Informe de lectura

EL 9 DE ABRIL DE 1948

La crónica de Hernando Téllez sobre el acontecimiento histórico de la muerte de Jorge Eliezer Gaitán “El 9 DE ABRIL DE 1948”  es un escrito realmente  asombroso. No solo por el repaso que se hace acerca de la guerra masiva que hubo en la capital colombiana a principios de abril de ese año, sino la manera tan entretenida, detallada y extraordinaria como  la cuenta Téllez.

La investigación de esta crónica es tan extensa y precisa que fue casi ficticia la recreación de imágenes y escenas de la trágica muerte de Gaitán. Sus fechas exactas, horas, nombres, lugares y direcciones demuestran el profesionalismo que posee Hernando Téllez. Llenándose de toda la información posible para recrearles a los lectores todo este hecho histórico con lujo de detalles.

El bello relato es contado de una manera no solo muy determinada, también podemos ver un poco de poesía en ciertas descripciones “ Aquí faltaron unas pocas horas de demencia para lograr el más destructor efecto”, pero en realidad la gran mayoría de ellas son más del aspecto periodístico por sus detalles: “El caso del edificio de Daniel Valdiri (enormes ventanales intactos en la calle 14 entre 7ª y 8ª)”, aunque otras como: “El viernes trágico, los presos concentrados en las cárceles de La Picota, la Modelo, el Buen Pastor y la Penitenciaría Central huyeron aprovechando el tumulto.” Y “Condujo centenares de cadáveres que en la noche fueron roídos por ratas.” Son verdaderamente estremecedoras y perturbadoras porque gracias a ellas se daba una idea más clara de las atrocidades cometidas en esa ése caso.

Si analizamos bien lo ocurrido la semana del 8 al 20 de abril de 1948, podemos ver con mayor  intensidad, el miedo con el que vivió el distrito capital por la manifestación  de sus ciudadanos, y lo cerca que estuvo de desaparecer por completo y no llegar a recuperarse de la escalofriante crisis. El quiebre emocional por parte del entonces presidente  Mariano Ospina Pérez  y todas las ayudas humanitarias que recibió Colombia por parte de sus países vecinos, nos demuestra la gravedad del asunto, y que en realidad somos afortunados de que en la actualidad Bogotá esté ala altura de ser la capital de la república, también que el liberalismo en un su totalidad es un partido de mucho apogeo y respeto.

Enfocándonos más en la parte del periodismo, la crónica es una “Masterpiece” (obra maestra) en toda su totalidad, por lo que ya se había mencionado en los párrafos anteriores. Téllez hizo un trabajo maravilloso al recopilar toda esa información, no solo de datos. Sino también de nombres y detalles específicos como diálogos o frases citados de las mismas  fuentes y protagonistas. Y esto hace que una historia tan relatada de diferentes formas y recalcada por más de un siglo en toda la republica colombiana, se convierta en una entretenida, fascinante y magnifica crónica hecha por el estilo llamativo y cautivador de un buen periodista.